Este domingo se apagó la vida de Rubén Muñoz, creador de Apreba y primer presidente de la entidad que nuclea a todos los periodistas del básquet nacional. Un legado indeleble.
Rubén Muñoz para todos era el Ruso. Una persona que hizo de Mar del Plata su lugar en el mundo. Allí sus sueños se fueron cristalizando y Básquet Visión se constituyó en marca registrada.
Lo que tantas veces se añoró entre los apasionados periodistas de básquet del país, el Ruso lo llevó a la práctica, hablando con cada uno de los colegas, de todas las edades, a lo largo y ancho del país.
Cabrón por excelencia pero también solidario, defensor acérrimo del bien común, un visionario que pretendía plasmar lo que en definitiva fue obra suya junto a un grupo de acompañantes.
Apreba, la Asociación que nuclea a todos los periodistas del básquet argentino, le estará agradecido eternamente por nuclear bajo una misma expresión a un país entero.
En un mundo de redes sociales, bastaron apenas algunos minutos que se conoció la noticia este 2 de julio de su desaparición física, para que desde diferentes estamentos muestren su dolor ante su fallecimiento.
El Ruso se nos fue de gira, hablará de básquet todos los días, se enojará con los mezquinos y apretará el puño ante cada logro grupal. Su huella tendrá en todos los que lo respetaron y siguieron, una continuidad en el tiempo.
Es que la victoria más importante la tuvo en esta tierra, ahora en cada uno de los socios y CD que tenga Apreba, llegará el compromiso para continuar con su enorme obra.